Área Intermareal Oeste (Sector B)

Como expondremos a continuación, la problemática general derivada del estado de conservación y de la localización de estas estructuras en área intermareal presenta serias y complejas dificultades de interpretación.

Actualmente el mar cubre todo este sector durante la marea alta, llegando a la cota 9'95 en su punto más alto, escasos centímetros por encima del nivel del suelo del hipocausto (cota 9'90). El nivel de ocupación del yacimiento, constatado por los pavimentos de la estancia número 8 del Sector B como de la sala absidiada del Sector A, alcanza una cota de 10'60, es decir, 65 centímetros por encima del máximo nivel del mar en la actualidad. Si consideramos que desde el siglo IV d. C. hasta nuestros días ni el nivel del mar ni de las tierras litorales de la ría debieron sufrir variaciones suficientemente significativas, evidentemente debemos concluir lo siguiente:
Todas estas estructuras se encuentran actualmente a nivel de cimentación y la construcción en este sector fue totalmente arrasada por la acción erosiva del mar.
Estos cimientos de los muros, careados tanto por el interior como el exterior, alcanzaron alturas impensables en otros contextos. De hecho, las estructuras situadas en el extremo norte del sector se encuentran a 1.6 metros por debajo del nivel del suelo del hipocausto y a 2.20 metros por debajo del nivel de ocupación de la villa. Aun aceptando que el nivel de ocupación en esta zona pudo estar más bajo (hasta alcanzar cotas sólo escasos centímetros por encima del nivel del mar) estos muros tuvieron que tener una altura de imientos igual o superior a los 1.70 metros.

Explicar el porqué de esta curiosa construcción con muros de cimentación careados y de más de dos metros de altura resulta francamente complejo. El hecho de que todos los muros hasta el momento excavados en la villa siempre busquen la roca natural para asentarse no es suficiente para comprender las razones de tan costosas y perfectas obras de cimentación; quizás esta zona norte de la villa fue construida parcialmente en terrenos ganados al mar, procediéndose en primer lugar a la construcción de los muros -así se explicaría el por qué del doble careado- y posteriormente el relleno interno de las estancias hasta alcanzar el nivel suficiente que permitiese a los pavimentos superar el nivel del mar. De hecho en el interior de las estancias se este sector sólo apareció un nivel de arcilla dura y compacta, probablemente producto de la meteorización natural o artificial de la roca madre, el esquisto más o menos alterado, la "pedra morta" según la denominación local.

Toda esta problemática que acabamos de exponer supone una gran dificultad añadida a la ya de por si compleja comprensión de las estructuras encontradas en este sector. Se distingue un conjunto de tres grandes estancias de forma más o menos rectangular (números 2, 3 y 4) que conforman la nave oeste del edificio, acompañadas de otras dos estructuras (números 1 y 5) de más dificil interpretación.

Las estancias números 2 y 3 som las únicas definidas en todo su perímetro ( - ). Los muros que las delimitan aparecen perfectamente imbricados unos con los otros en las esquinas y cruces -en ningún caso adosados-, lo que parece indicar que toda la construcción es coetánea. La estancia 2, de 4'5 X 5 metros y un área total de 19'14 metros cuadrados se caracteriza por la presencia de una especie de ábside cuadrangular (1'2 X 2'2 metros) perfectamente centrado en el muro este y un muro doble en el sur, con 40 centímetros de separación intermedia; la roca madre llega a casi tocar la parte exterior del muro oeste, observándose perfectamente como esta fue rebajada y cortada para permitir la cimentación del mismo. La estancia 3 es de mayores dimensiones -6'8 X 5'5 metros con un área total de 33'22 metros cuadrados-, estando delimitada por el este por la forma en "negativo" del ábside cuadrangular de la estancia vecina; en la esquina NE presenta un aumento en el grosor del muro, de casi 1'5 metros de ancho, tal vez la base de un gran pilar de contención. El hecho de que ambas estancias sólo se conserven a nivel de la cimentación y, en consecuencia, la ausencia de cualquier material arqueológico indicativo, nos impide de momento, aun conociendo la planimetría completa, aportar algún dato sobre su función o utilidad.

En dirección a la ría los muros de esquisto parecen continuar, ya que fueron cortados por la construcción del muro de hormigón de contención del mar. Aparentemente estos muros parecen delimitar tres estancias de anchos bastante homogéneos. Sin embargo el hallazgo más sorprendente es la estructura número 1; aparentemente se trata de un gran muro o plataforma, delimitado en su parte oeste por un alineamiento de sillares graníticos bien trabajados, a pesar de que están bastante erosionados (). Esta estructura presenta un alineamiento algo diferente al resto de la construcción y, sin duda, se prolonga hacia el norte; su interior parece estar formado por un compuesto de piedras y barro y en la parte este también se descubrieron otras dos piedras graníticas que tal vez nos estén indicando su límite este. Las inmensas dificultades técnicas a la hora de excavar esta zona impidieron una mayor precisión a la hora de interpretar esta curiosa estructura. Dado que los muros de esquisto parecen continuar por encima de ella tal vez se trate de una plataforma que sirviese de base para su construcción (es posible que no hubiesen encontrado la roca madre o el terreno no era suficientemente firme); habría que considerar que la estructura se encuentre totalmente arrasada y fuese originalmente un gran muro de contención del mar, tal vez con funciones de puerto o embarcadero.

En este espacio del Sector B se ha identificado un gran muro o plataforma que podría hacer las funciones de muro de contención o embarcadero.

Inicio de muros cortados por el muro de contención de hormigón. Parecen delimitar tres estancias de tamaño similar.

Estas dos estancias, construidas en el mismo momento, son las únicas de las que se conserva entero el perímetro. Se desconoce su utilidad por encontrarse conservadas al nivel de los cimientos.

Estas dos estancias debieron formar parte de la zona "noble" de la edificación, aquella que contaba con sistema de calefacción mediante hipocausto. La situada más al sur puede identificarse como una cámara de calor de canales.

Estructuras del Sector B vistas desde el noroeste. En primer término la estancia número dos con su ábside rectangular; a la izquierda, totalmente arrasado, el inicio del muro de contención marina en grandes sillares de granito.

Detalle del inicio del posible puerto o malecón de contención marina. A la derecha grandes sillares graníticos careados con la parte interior rellenada de piedras.

Estructuras del Sector B vistas desde el sureste.